Cuerda seca
La técnica de la cuerda seca designa una decoración de
cerámica en la que los esmaltes están aislados por líneas pintadas con una
mezcla de materia grasa y óxido de manganeso. Durante la cocción, esta materia
se quema, dejando sólo una traza negra. Se habla de cuerda seca parcial o total
dependiendo de si la superficie no vidriada queda visible o no. Junto a ésta se
desarrolla la técnica de cuerda seca hendida, en la cual el material graso con
manganeso era depositado en una hendidura que remarcaba el diseño, generalmente
geométrico. La cuerda seca hendida es un paso adelante para sustituir las
técnicas del “alicatado” y la de la “arista” en la fabricación de azulejos
(azulejo del árabe az-zulaiy; piedra pulida) y olambrillas. Este
procedimiento, cuerda seca, era ya utilizado en Susa, Irán en los primeros
siglos del Islam, pero fue muy poco utilizado en Oriente. Se conoce en
Occidente desde la época del Califato Omeya de Córdoba, Se desarrolla en
al-Andaluz a partir de la segunda mitad del siglo X. Se cree que esta técnica
se difundió al Magreb desde finales del siglo XI o principios del XII.
Técnica
Para desarrollar esta técnica existen varias versiones
que se han dado a través de los años, algunas de ellas completamente lejanas a
la idea original. Básicamente lo que determina la técnica es la receta de la
cuerda seca propiamente dicha. Las primeras recetas solamente contemplaban el
manganeso y el vehículo graso, suficiente para formar una pasta que diluida con
aguarrás o trementina se pudiera aplicar con pincel sobre la pieza cerámica.
Posteriormente se le agregó un fundente de baja fusión (litargirio, minio,
bisilicato de plomo, composiciones de sodio/boro, etc.). En otros casos se
sustituyó el manganeso por pigmento negro o en combinaciones de ambos. El
elemento graso también ha sufrido cambios, ha ido desde, unto de carreta,
aceite de oliva quemado, aceite grueso de linaza, hasta aceite quemado para
motores y lo que venga.
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